CONECTAR
Una primera caminata por la selva del Chan Ká Vergel nos lleva al Chultun de Agua Madre para ser recibidos por el entorno natural. Salimos del mundo cotidiano. Nos alejamos de sus energías para acceder las propiamente nuestras.
Estos son los primeros pasos por el sendero al Xibalbá, el mundo del alma y de los espíritus, nuestro origen. Encontramos allí nuestro niño interior, el que alguna vez llegó al mundo con la curiosidad de buscar su propio camino.
LIMPIAR
La vida, nuestros errores, y las malas noticias del mundo nos contagian. Es bueno limpiarnos de los efectos, tóxicos y pesadillas del pasado a tomar una perspectiva nueva. El fuego es el agente limpiador que nos acompaña en el viaje. Con el Elixir de la Presencia apoyamos la misma alquimia adentro.
Nos inspiramos en el juego de llamas para definir nuestra intención. Damos espacio tanto a la fuerza destructora del fuego como a su energía vital. Bailando como las llamas del fuego, sin intención, y en perfecta armonía con el medio encontramos el secreto de la vida.
RENACER
La vida nos transforma, y por hábito, permanecemos en lo mismo. Nuestra intención no cambia, pero nos desviamos, vivimos traumas, accidentes, dependencias, decepciones.
Siempre podemos volver al punto de origen, re-codificar nuestra experiencia, y recolectar con la pureza de nuestro alma.
En calor del Temazcal se sueltan las tensiones, topamos con nuestros límites, y otra vez, aprendemos a respirar, repitiendo nuestra vida de los primeros 9 meses en el vientre.